La economía fascista se caracteriza por ser netamente antiliberal, gracias a esto también es anti mercado y anticapitalista; el fascismo rechaza fuertemente a las doctrinas del liberalismo desde el ámbito político hasta el ámbito económico; el mismo Adolfo Hitler afirmó que el fascismo es un enemigo del sistema económico capitalista. Es decir, la economía fascista es una economía planificada, dirigida y controlada por una entidad centralizada de poder, es un monopolio estatal.
El fascismo puede tomarse como una doctrina política, lo cual es muy común; pero a manera económica es muy poco común que se use el fascismo. El padre del fascismo es Benito Mussolini, quien como jefe de estado ha dado la perspectiva del fascismo político en su discurso sobre la creación de un estado corporativo, este último se entiende como la unión monopolística de la población y el gobierno por medio del caudillismo o el populismo nacionalista, por la propaganda y usando la violencia institucional.
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Desde la creación del fascismo, muchos gobiernos de distintos tipos han adoptado parcial o completamente la doctrina política fascista en sus acciones (incluso ciertos gobiernos marxistas), pero son cosas que el mismo gobierno niega, pues el fascismo se asocia siempre con el régimen de la Alemania Nazi.
Desde un punto de vista económico (es decir economía fascista), el fascismo está bastante alejado del concepto de fascismo político, pues este busca consolidar un estado corporativo a costa de que la población este obligada a sostenerlo a punta de cargos fiscales, y esto es algo que beneficia mucho a los políticos. En este el gobierno y la población no son idealizados como una sola unidad corporativa sino que, desde la visión económica, el fascismo se presenta puramente como un parasitismo: el gobierno es el paracito, donde el pueblo es su huésped.
El fascismo y el nazismo llegaron al punto de la lógica en los asuntos internos de las corrientes modernas hacia el colectivismo de la extrema derecha. Es muy normal que los defensores de la libertad (económica y políticamente hablando) consideren la economía fascista y al comunismo como idénticos en sus fundamentos; si es cierto que ambos sistemas son colectivistas, pero estos difieren en sus contenidos sociales y económicos. A diferencia de la economía marxista
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La crisis surgida en el periodo de la Italia fascista fue causada por las industrias de armas, las cuales crearon guerras para poder vender su armamento y adquirir ganancias y poder. Estas razones mostraron claramente la tendencia de las industrias para generar las necesidades en la población, es decir, crear el problema para poder darle una solución. El conflicto y la violencia hicieron que los avances tecnológicos fueran imperceptibles si no se relacionaban con las armas. Por ejemplo el auge de la información; algunos de los avances más importantes de la época fueron:
En el año 1929 Italia tomó ciertas medidas económicas que modificaron y marcaron el proceso del estado, dejando que la autoridad quedase en manos de los lideres fascistas que controlaban una buena parte de los espacios rurales. Por otro lado, se realizó un corto análisis de la economía en la guerra, en el cual se hizo énfasis a las razones por las que la movilización se vio limitada. La población en Italia tenía las tendencias políticas y económicas divididas gracias a los conflictos entre fascistas y socialistas.
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