Las compras compulsivas son un fenómeno muy presente en la época actual. Comprar no comprar es una pregunta frecuente, necesitamos satisfacer necesidades o deseos; pero los compradores compulsivos van más allá. Las compras compulsivas aparecen cuando se crea una necesidad injustificada por el consumo, por comprar y comprar cosas que no se necesitan (regalos, colecciones, basura) y sin análisis previo de la relación costo beneficio. Estas compras compulsivas afectan tanto psicológica como económicamente a las personas quienes la padecen; incluso está catalogada como un trastorno, ya que las personas que se ven inmiscuidas en este asunto pierden su funcionamiento normal, pues su vida empieza a girar en torno a las compras, poniendo así en riesgo sus finanzas, su trabajo y su familia.
Este trastorno es tan complejo y hace parte de los llamados trastornos del control de los impulsos y se puede llegar a comparar con otras adicciones, como la adicción al juego (ludopatía) o a las drogas. Tienen similitud los cleptómanos (robo compulsivo) con los compradores compulsivos, con la única diferencia que los primeros no pagan y los últimos sí, sin embargo; en muchas ocasiones los primeros no pueden hacerle frente a sus deudas. Aunque tengan tantas similitudes este fenómeno no se encuentra en los libros de psicopatología, pues en esta sociedad consumista lo raro sería que no existan compradores excesivos.
La principal señal de que se es un comprador compulsivo es cuando el ánimo cambia al momento de no tener dinero disponible para comprar. Sin embargo es una compra compulsiva cuando no se realiza un análisis previo a lo que se compra, por ejemplo; un hombre va a un centro comercial, ve dos pares de zapatillas que le gustan, las zapatillas tienen las mismas características y pues están de moda; sin escatimar en gastos se las lleva. Es una compra compulsiva pues no pensó antes, quizá tiene otras en su casa que suplen estas necesidades, el dinero que gasto en ellas tenía otro destino provocándole seguramente no poder cumplir con sus obligaciones.
Aunque el trastorno de compra compulsiva se manifiesta aproximadamente desde los 18 años, las consecuencias se efectúan cuando ya ha pasado el tiempo ( aproximadamente 7 o 10 años después) y el problema es más grande, pues ya se encuentran sumergidos en deudas, en sentimientos de culpa, dificultades financieras y legales, en problemas familiares, etc.
En definitiva cuando se compra lo que no se necesita con el dinero que no se tiene estamos frente a una compra compulsiva.
El primer paso es reconocer el problema, ya con este resuelto se procede a seguir estas recomendaciones:
Estas recomendaciones con el fin de favorecer sus finanzas y su bienestar.